Cuando Pefki me invitó a participar en Nerdyquest para colaborar en su semana y en la de Mauricio, lo primero que me quedó claro fué que no me era posible describirla en sólo un dibujo, fué por eso que opté por hacerlo con una secuencia de ellos.
Quienes conozcan a Stefa por poco o mucho tiempo que sea, no se equivocan con la primera impresión que percibieron de ella, efectivamente, es un ángel, tal como Satán. Su semblante es irrepetible, no imagino qué genio artístico fué responsable de tal integración de línea de acción, estructura y detalle en la humanidad suya, sólo sé que dibujarla fué una de las primeras cosas que hice cuando la ví y a partir de entonces nunca me detuve.
Admiro su estilo, por que cambia constantemente, no importa de qué año sea su sketchbook, jamás se cicla y siempre tiene algo sorprendente que mostrar. No es fan de lo políticamente correcto y eso es algo que también admiro. Si no muestra sonrisas al por mayor es por que las de ella sí son auténticas, por lo tanto más escasas y mucho más valiosas.
Ha pasado por cosas que a la mayoría de nosotros nos romperían, pero a ella no, una y otra vez ha demostrado su fuerza, entereza y aptitud para ésta jungla cruel. Hurra, Stefa, hurra.
A veces ella me mira hacia arriba, y muchas otras soy yo el que no la abarca con los ojos pelones. Me agrada encontrar coincidencias en nuestros gustos, humor y barreras sociales, y darme cuenta que ella, tal como yo, es un monstruo, pero uno hermoso, como un cockatrice dorado o una mothwoman.
Stefa es una de las muy pocas personas a las que puedo llamar amiga, por que es única, no como cualquiera que pueda ser único en su individualidad, no. Estoy hablando de que ella cumple a la perfección mi absurdo requisito de ser una en unmil millones, y puedo asegurarles, sin temor a equivocarme, que encontrar, amar y hacer idioteces con milagros como ella, es de lo que realmente se trata ésta méndiga vida. Gracias, Pefki <3.
Fryhealth.